Las remesas que los emigrantes latinoamericanos envían desde España a sus países han adquirido una importancia inesperada y crítica. España es la primera fuente de remesas para la Iberoamérica, tras los Estados Unidos, con más de $4.000 millones en 2005. España es también el principal país del mundo por número de inmigrantes Iberoamericanos tras EEUU. Estos inmigrantes tienen un importante papel en España, pero mucho más en sus países de origen. Según nuestros cálculos, en Iberoamérica hay un millón y medio de receptores de remesas españolas. Buena parte de ellos tiene menores a su cargo, lo que en conjunto supone cinco millones de iberoamericanos que dependen de forma directa de las remesas españolas. Entre ellos, tres millones de niños en Iberoamérica reciben una mejor educación, tratamiento médico o alimentación gracias a las remesas que sus familiares les envían desde España.
Además, estas remesas han alcanzado una magnitud tal, que no solo son importantes para los que las reciben. También se han convertido en imprescindibles para el resto, pues son un factor relevante para la estabilidad de la región. Las remesas que en 2005 se enviaron desde España a Bolivia supusieron el 5,7% del PIB de este país. Las que fueron de España a Ecuador en 2005 alcanzaron el 3,6% de su PIB; las que llegaron a República Dominicana ascendieron al 1,4%, mientras las de Co- lombia supusieron el 1,1% de esa economía. Estas magnitudes significan que, si se redujeran, los países que las reciben sufrirían ajustes generalizados y drásticos, proporcionales a su notable volumen. Por último, las remesas también son importantes para España en el terreno económico. Estos fondos oxigenan las economías de la región, lo que les permite importar más productos de España o remunerar las inversiones allí realizadas hace una década. Pero también lo son desde el punto de vista político o de imagen. Las remesas ofrecen a millones de personas una expresión concreta y directa de esa madre patria que para otros no pasa de ser una noción abstracta. De todo ello ha tomado nota el Gobierno español, que ha puesto de manifiesto la relevancia de las remesas con diversos programas y declaraciones sobre estos flujos. Desgraciadamente, se trata de una excepción en el contexto internacional, dónde aún no existe un organismo multilateral para protegerlos, aunque otros de menor rango sí los disfruten, como el turismo, y aunque los organismos existentes, salvo excepciones, manifiesten poco interés por la cuestión. Por ejemplo, la Unión Europea no dispone de un mapa del destino de sus remesas, y eso que se trata de uno los principales canales para la difusión del euro. En Iberoamérica no hay un solo ministro de remesas, cuando sí existen para otros flujos económicos de menor relevancia como la inversión extranjera o el turismo.
No obstante, en la región hay más personas dependientes de las remesas que del turismo, y el receptor de remesas es más vulnerable que el que vive del turismo. Incluso hay países dónde en lugar de proteger las remesas se las tasa con un impuesto específico, como ocurre en Colombia con el llamado “cuatro por mil”. Estas actitudes contrastan con el potencial transformador de las reme-sas. Si el coste de enviar remesas desde España se redujera en un 1%, llegarían a destino 50 millones de euros más. Si los receptores de reme- sas destinaran ese 1% a inversiones productivas, se crearían 25.000 puestos de trabajo en países dónde escasean las oportunidades. Remesas.org trabaja para aprovechar este potencial. Uno de sus primeros pasos fue estimular la reflexión sobre estos flu-jos, organizando dos seminarios, en 2005 y 2006, que reunieron a los principales expertos sobre la cuestión y cuyas ponencias ahora presentamos en este volumen. En él aparecen reflejadas todas las voces y sensibilidades. Desde grandes organismos multilaterales, como el FMI, hasta modestos emigrantes. Desde las empresas que envían las remesas, hasta las instituciones que regulan su actividad. En conjunto, recoge 32 textos breves, dónde los autores transmiten al lector un primer escalón de conocimientos sobre remesas. Hemos considerado que merecía la pena ofrecer este libro al público, porque según la base de datos del ISBN, desde su creación en 1972, solo se ha editado en España un libro sobre las remesas de los emigrantes entre España e Iberoamérica. Pero se refiere a las que ingresaba España en los siglos XIX y XX y no a las que hoy envía. Por cierto que ese libro, de José Ramón García López, es un estudio ejemplar que nos recuerda que España vivió durante años de la solidaridad de sus emigrantes y nos explica cómo logró desarrollarse gracias a ello. A pesar de estas razones, el lector nunca habría tenido este libro en sus manos sin el apoyo de la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración, que desde aquí agradezco, así como el de los patrocinadores y co- organizadores de los seminarios.