¿A dónde van las rimesse de Italia? Junto con España y Grecia, Italia fue el primer país mediterráneo en abandonar su modelo socieconómico latino: a saber, exportar mano de obra e importar capital. Es decir, los emigrantes de Italia son poco menos que un recuerdo histórico mientras que sus remesas cayeron en la irrlevancia macroeconómica hace años. En cambio, hoy Italia recibe inmigrantes que con sus remesas ayudan de forma masiva el desarrollo de sus países de origen. Para ser exactos, esta transición tuvo lugar en marzo de 1998, primer mes en la historia dónde las remesas anualizadas emitidas desde Italia superaron las recibidas de sus emigrantes.
El país cerró el año 2005 con remesas emitidas por valor de Eu2.425 millones, mientras que recibió un cero menos, solo Eu233 millones por este concepto, todo ello a pesar del importante número de emigrantes italianos en Europa. Además de la transición de recibir a enviar remesas, Italia comparte con España otros aspectos de su modelo migratorio: ambos países tienen a los ciudadanos de su vecino más pobre como el primer grupo de emigrantes (Marruecos y Albania respectivamente) y ambos países están afectados por la industrialización del tráfico de personas. En el caso de Italia, desde Túnez y Albania, mientras que en el español el origen es Marruecos y Africa subsahariana. Mira tu que casualidad que ambos países sean también los reyes de la economía sumergida en Europa, dónde se cuece la demanda que atrae a estos inmigrantes a sus costas.
Los paralelismos entre España e Italia son tan abundantes que han atraído a los remesadores, con italianos que intentan expandir en España su actividad (Angelo Costa SA) y empresas españolas que buscan un mercado en Italia (Quisqueyana).